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Aprendizaje

Claves para no ser tan tontos

Aunque el ser humano realice tareas de forma automática, tiende a equivocarse. Existen mecanismos que disminuyen la capacidad de error.

7 de mayo de 2015

Benjamín Franklin, catalogado como uno de los hombres más inteligentes de Estados Unidos, tuvo la famosa idea de capturar el fuego eléctrico en jarras de cristal y así construir una primitiva batería. Después de haberlo logrado creyó que podría usar una descarga eléctrica para matar y asar el pavo de navidad. Sin embargo, Franklin se distrajo y cometió un error elemental: tocó una de las jarras mientras sostenía una cadena de metal en la otra mano y sufrió una descarga eléctrica.

El dicho “en casa de herrero azadón de palo” se puede aplicar fácilmente a situaciones como esta. A pesar de tener habilidades, los seres humanos estamos condicionados a cometer errores. Según un estudio hecho por la Universidad de Cornell en Nueva York, el sistema no ha enseñado a pensar de forma útil, sólo se han creado patrones que se repiten de generación en generación.

Semana Educación publica cinco consejos sugeridos por la universidad para ser menos tontos.

1. Tomar conciencia de los puntos ciegos

Los seres humanos están convencidos de que son más listos que la media de personas, a este fenómeno se le conoce como “superioridad ilusoria”. Este es un obstáculo para encontrar lo errores. Por ejemplo, tener buenos resultados en las pruebas de Estado no garantiza buenos líderes. Hay que tener la capacidad de reconocer la superioridad del otro.

2. Humildad

Es necesario reconocer la ignorancia y la equivocación. La humildad intelectual se cultiva por medio de la capacidad para cuestionar y reevaluar lo límites del conocimiento. Es necesario indagar constantemente: ¿Bajo qué premisas se basan las decisiones que se toman? ¿Es posible verificarlas? ¿Qué otras informaciones proporcionan un punto de vista más equilibrado? ¿Hay ejemplos o situaciones parecidas para comparar los resultados?.

3. Discutir con uno mismo

Para quitar los sesgos es necesario crear estrategias. Las cosas tiene que tener varias perspectivas y para esto se debe hacer el ejercicio de asumir puntos de vista completamente diferentes a los preconcebidos y argumentar en contra sus propias convicciones.

4. Probabilidades

Uno de los principales problemas que aquejan a la educación tradicional es la falta de incentivo para la creatividad y la practicidad. En esta medida la universidad propone hacer ejercicios en los que los estudiantes se plateen un “si hubiera…” Esta es una forma de considerar distintas posibilidades y por tanto construir hipótesis.

5. Recurrir a la lista de verificación

Como se evidenció en el experimento de Benjamín Franklin los accidentes y las distracciones suceden y son una condena. Cuando se atraviesa por situaciones complejas es fácil cegarse y olvidar lo básico. Siempre es necesario tener una lista de verificación que debe ser recordada antes de cada procedimiento o decisión.